Tratamiento para la diarrea aguda y crónica
Enfermedades gastro intestinales
La primera norma dietética a seguir en caso de procesos diarreicos es conseguir que el niño ingiera mucha agua. Hay que asegurar una buena rehidratación, ya que a través de la diarrea se puede perder gran cantidad de líquido y presentarse un cuadro de deshidratación en un plazo muy breve de tiempo. Por ello es importante la vigilancia continuada y en caso de duda acudir a un servicio de urgencias.
Cuando aparecen cuadros diarreicos siempre se debe eliminar la leche o preparados lácteos que tengan un contenido de lactosa igual a la leche, por ejemplo el flan o las natillas, así como productos que en su fabricación tengan leche incorporada, como las galletas.
La misma diarrea crea una situación de intolerancia momentánea a la lactosa y por tanto con el consumo de leche se agudizaría la diarrea.
Por el deterioro que estos procesos causan al intestino no debe introducirse la leche en la dieta hasta un mínimo de tres días después que haya cesado la diarrea, para dar al intestino el tiempo suficiente de regeneración y recuperación.
Otros derivados lácteos como el yogur se pueden tomar en muy pequeñas dosis, salvo que el pediatra aconseje lo contrario. Es aconsejable no dar mas de medio yogur en cada toma, así la carga de lactosa en mínima y el yogur ayuda a una buena regeneración de la flora intestinal, motivo por el cual una vez cesada la diarrea el yogur es altamente recomendable.
La mezcla de yogur, agua y papilla de arroz o arroz hervido es un preparado muy utilizado, con excelentes resultados, en países donde los niños sufren frecuentes procesos diarreicos.
Pan tostado con aceite, membrillo, manzana rallada, zanahoria hervida y pescado hervido serían los alimentos más aconsejables para confeccionar una dieta en el caso que un niño sufra una diarrea.